Techos de dos aguas

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Los techos de dos aguas ha sido tradicionalmente la forma más sencilla de construir la cubierta de una casa. Su principal función consiste en la evacuación rápida de elementos que entren en contacto con la superficie de la cubierta, ya sea por lluvia o nieve. 

La construcción de techos de dos aguas debe tomar en cuenta el grado de inclinación, tipo de material de la cubierta y clima predominante en la región. La pendiente de estos techos para climas lluviosos debe ser superior al 20% para lograr una rápida evacuación de las aguas lluvias.

El diseño de los techos de dos aguas debe contemplar aleros en longitudes que permitan proteger la estructura de paredes de la construcción.

Casas con techos de dos aguas

Techos modernos

Es ideal para las construcciones rurales o citadinas, ya que este tipo de cubierta no se limita a un estilo en particular. Se adapta a la perfección al campo, así como también a las construcciones dentro de grandes ciudades.

La caída de un techo de dos aguas no tiene porque ser un diseño aburrido, también se puede jugar con los niveles y variar un poco. El caballete o intersección de las aguas de un techo debe ser lo suficientemente elevada para permitir que la caída lateral tenga una altura apropiada. 

Tipo cabañas

Permite integrar elementos al diseño a diferentes niveles, tal es el caso de esta construcción, en donde sus propietarios decidieron anexar una pequeña terraza en la azotea. Aprovechando la caída de la cubierta de esta pequeña cabaña, se puede disfrutar el entorno de la naturaleza.

Tradicionalmente las cabañas campestres son diseñadas a dos aguas, especialmente en los climas fríos es muy común observar este tipo de construcciones.

Variedad en cubiertas 

Con el paso de los años y la aplicación de tecnologías modernas en la elaboración de materiales para cubiertas, encontramos mayor variedad en el mercado. Hace algunas décadas se construía casi siempre en madera, cuya belleza es indiscutible pero su elevado costo por mantenimiento y durabilidad resultan cuestionables.

Fachadas de techos de dos aguas

La estética que brindan los techos a dos aguas puede servir para complementar el estilo de tu casa. Desde las tendencias más modernas hasta el estilo más rústico que desees transmitir, pude verse favorecido al elegir techos de dos aguas.

Con aleros o sin ellos, la inclinación que demos a la cubierta del techo permite una mayor o menor visibilidad de la superficie. En las imágenes se observa una cubierta de canal ancho metálico, en tonalidades gris mate que combinan a la perfección con los demás elementos.

Lo cierto es que el mercado actual cuenta con vasta cantidad de materiales para la fabricación de cubiertas. La madera y la cristalería de esta casa se integran de manera proporcionada con el diseño de su techo.

Techos de 2 aguas

Al igual que cualquier otro estilo de construcción, los techos de dos aguas pueden brindar grandes ventajas, a la vez que tienen sus limitantes. Es cuestión de realizar un diseño que se adecue a los gustos, necesidades y presupuesto de cada cliente.

Los techos de dos aguas son una buena opción para climas con mucha lluvia o nieve, ya que su forma inclinada permite que el agua y la nieve se deslicen fácilmente hacia los lados, en lugar de acumularse en el techo. También pueden proporcionar más espacio habitable en el ático o en el segundo piso de una casa, ya que el pico central ofrece más altura que un techo plano o de una sola pendiente.

Ventajas en techos dos aguas

Es económico. La construcción de un tejado con dos caídas es quizás una de las formas más tradicionales de instalar la cubierta de una casa. Por lo tanto, el método constructivo resulta bastante simple, se puede economizar material tanto en la estructura de soporte, como en las láminas del techo.

Facilidad de mantenimiento. Las caídas de este tipo de cubierta simple, permite que el agua se drene de manera apropiada, lo que evita la humedad que tanto deteriora las superficies de las cubiertas.

Versatilidad de uso. El diseño a dos aguas es útil para los climas lluviosos, calurosos o fríos, debido a su forma evitara la acumulación de hojas, agua o nieve.

Reutilización del espacio aéreo. Dependiendo del grado de inclinación que se le dé a la cubierta, puede ser utilizado como una pequeña recámara, depósito, cuarto de estar o incluso como alcoba. 

Desventajas

Pobre variedad de diseños. Al momento de diseñar este tipo de tejados se tiene la gran limitante de no tener mayor libertad de estilos; más que la inclinación u orientación de las láminas.

Baja resistencia a los fuertes vientos. La estructura debe estar correctamente construida y las láminas deben estar bien fijas a la misma para evitar ser arrancadas por los fuertes vientos.

Dependiendo de la orientación que se le dé a las caídas del techo, puede resultar difícil llevar a cabo ampliaciones futuras. En caso de tener que prolongar la caída de uno o ambos lados, podemos no tener la elevación mínima necesaria para construir la nueva pared. Es por ello que el diseño inicial debe contemplar futuras remodelaciones de la vivienda o por lo menos orientar el techo de forma tal que sea fácilmente modificable.

Que inclinación debe tener un techo a dos aguas

La inclinación de un techo a dos aguas es la pendiente de los lados del techo que se inclinan hacia abajo desde el pico central. Generalmente se mide en grados o en relación a la altura y la longitud de la pendiente.

La inclinación del techo puede variar dependiendo del estilo arquitectónico de la estructura y de factores como la ubicación geográfica y el clima. Por lo general, los techos de dos aguas tienen una inclinación entre 20 y 60 grados, siendo la inclinación más común de 30 grados.

Una pendiente de 30 grados permite que la nieve y el agua se deslicen fácilmente hacia los lados del techo, evitando la acumulación en el centro del mismo. Sin embargo, la inclinación también puede ser mayor en áreas con una gran cantidad de nieve, para asegurar una mayor eficacia en la evacuación de la nieve.

Es importante considerar la inclinación adecuada al diseñar un techo de dos aguas, ya que esto puede afectar la apariencia de la estructura y la eficiencia del drenaje de agua y nieve.

Tipos de techos a dos aguas

Hay varios tipos de techos a dos aguas, que varían en su diseño y estilo arquitectónico:

Estándar: este es el tipo de techo a dos aguas más común, con dos lados que se inclinan hacia abajo desde un pico central.

Con frontón: tiene un frontón decorativo en la parte superior del pico central, que puede tener formas y diseños variados.

Tipo holandés: posee una inclinación muy pronunciada, con una pendiente que puede superar los 70 grados.

De cadera: consta de cuatro lados inclinados hacia abajo desde un pico central, en lugar de solo dos.

Con lucernario: tiene un tragaluz o lucernario en el pico central, que permite que la luz natural entre en la estructura.

Estilo colonial:  es común en estructuras de estilo colonial, con dos lados que se inclinan suavemente hacia abajo desde el pico central y un frontón decorativo.

La elección del tipo de techo a dos aguas dependerá del estilo arquitectónico de la estructura, así como de la funcionalidad y eficiencia que se busque.

Los techos de dos aguas pueden estar hechos de diversos materiales, como tejas, pizarra, metal, madera y otros materiales sintéticos. La elección del material dependerá de factores como la durabilidad, el costo, el clima y el estilo arquitectónico de la estructura.